[vc_row][vc_column][vc_column_text]Soy descendiente de los esclavos y de los irlandeses colonizados, con raíces y familiares en Barbados, Irlanda, Norteamérica y Australia. Mi identidad la he sacado del legado del imperio británico y de las diversas formas de resistencia contra él – es el choque de culturas y el mosaico de patrones que se formó como resultado. Estoy interesada en las diferentes respuestas culturales a los desafíos del ser humano. Necesitamos prestar más atención a las respuestas que mantengan la vida en este planeta, en lugar de las que lo destruyen.

 

La danza me conecta con la música y las historias de mi diáspora africana, con el momento presente, con mi cuerpo, con mi pareja, con mi comunidad, con mi sentido de la curiosidad, y con un sentimiento de pura alegría. El Lindy Hop y el Blues también contienen influencias europeas – a menudo de los pueblos colonizados blancos tales como los escoceses y los irlandeses. Los músicos de blues fueron los primeros americanos en mezclar blancos y negros, desafiando públicamente la segregación legal en sus actuaciones y colaboraciones… por ejemplo, Sister Rosetta Tharpe y los Jordanaires. La integración y la fertilidad del jazz, del blues y de otras culturas de diáspora continúa hasta el día de hoy. Los temas de la música popular de resistencia, resilencia, amor, sexo, comida, muerte- son universales.

 

No suelo ver a la gente en “blanco y negro”, pero a veces es importante mencionar el color. Para las culturas de la diáspora africana de resiliencia y alegría, ser asfixiado por los gritos de la “apropiación cultural” sería una pérdida para todo el mundo. La diferencia entre la apreciación cultural y la apropiación es el respeto. Los australianos blancos me introdujeron los bailes del blues y el swing, dándome una bienvenida a su comunidad de todo corazón. La acogida que he recibido en el blues, el swing y otras comunidades de baile por toda Europa está documentada en este blog para que todo el mundo lo lea. En los próximos meses, espero conocer bailarines de toda América.

 

En Australia y Europa, las comunidades donde prosperan actualmente los bailes en pareja vintage del blues y el jazz, son urbanos, cosmopolitas, la mayoría de tradición europea. Estos también son mi gente. Por mi experiencia, estas comunidades muestran un gran respeto por los orígenes africanos del blues, el jazz y otros estilos. Hay que reconocer que estas comunidades acogen todo tipo de diversidad – de edad, género, orientación sexual, habilidad, tipo de cuerpo, etc. Mientras todo el mundo siga siendo bienvenido, ¿qué tenemos que perder aprendiendo y compartiendo este rico y diverso patrimonio cultural? Respeta la historia de la danza, pero no la dejes en la papelera de la historia, ni la archives en un museo ni la ocultes bajo los muros de represión de Trump. Es demasiado valiosa. Ahora es el momento en el que más la necesitamos.

 

El contexto es diferente, los tiempos son diferentes, pero estos bailes reúnen a las personas en la expresión creativa y el gozo común, como siempre lo han hecho. Si la vida te da limones, haz limonada. El blues y el jazz cogen lo que es amargo, trágico o triste, y lo hacen dulce, conmovedor, divertido, alegre. Sufrir es humano – así que hagamos toda la limonada que podamos.

 

Ref: Story of Sister Rosetta Tharpe

 

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